Congestión y tos. Día angustiante. Visita oxigenante. Una copa empapa el suelo. Parece un bar, como otras veces, pero sin vosotros. Sin ti. Y entonces tú. Constante en mis últimos seis años. Silvio de fondo. Y la certeza de que te debo mucho. Te debo generosidad, con los tuyos, con tu casa, con tu ciudad. Te debo tiempo, explicaciones. Te debo mi luz. Seguro que te debo alguna copa, que me voy a beber por ti, ahora, sola, contigo. No sé bien que te ató, por qué quisiste quedarte. Decidiste aguantar horas cambiadas, borracheras ajenas, y camas que no eran tuyas. Paraste los segundos si te necesitaba. Me visitaste en días inciertos. Me regalaste tiempo naranja, lunas azules, tazas de té, cajas de viajes. Me prometes futuro, sin contar con el tuyo. Te he echado de menos, y eso que nunca te has ido. Gracias infinitas.
domingo, 18 de marzo de 2012
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